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¿Cómo funciona una casa pasiva?

by | Dic 5, 2018

Las casas pasivas nos encantan, y por eso no nos cansamos de contaros cómo funcionan y que ventajas tienen.

Porque… ¿Quién no quiere reducir el consumo energético en casa para dejar de pagar facturas de electricidad, de gas o de agua? ¿Quién no quiere vivir en una casa que está fresca sin necesidad de aire acondicionado?

¿Y si además os decimos que todo esto se puede realizar con materiales naturales y sanos que generan un ambiente interior saludable y libre de tóxicos?

Ademas, ¡no vale la fortuna que imaginas!

En Carmen González Arquitectura y Diseño nos hemos propuesto que sea asequible, que jugando con estrategias clave de la arquitectura y del diseño tradicional con cuestiones como la orientación adecuada, ventilaciones naturales y trabajar con materiales naturales es posible construir una casa pasiva de forma económica.

Para ello es necesario entender cómo funciona una casa pasiva, cuáles son las estrategias clave para que una casa aproveche los recursos naturales de los que dispone en su entorno inmediato y conseguir el confort interior reduciendo las necesidades energéticas al mínimo de forma que se puedan cubrir mediante energías renovables, limpias y baratas.

¿Qué es una casa pasiva?

Aunque ya hemos hablado de esto anteriormente, siempre está bien recordar qué es una casa pasiva.

Se trata de una casa que utiliza estrategias de diseño de la arquitectura y materiales para funcionar de forma eficiente llegando a reducir el consumo del orden de un 60 a un 90% respeto una casa convencional.

Se utilizan elementos de diseño o de la propia arquitectura para conseguir aportes energéticos, por ejemplo, un ventanal colocado en la orientación sur para que caliente en invierno la casa o un porche para protegernos del sol en verano son sencillas estrategias que nos ayudan a entender cómo funciona una casa pasiva, y muchas de ellas son tan habituales que se ve plasmado en la arquitectura tradicional.

¿Cómo funciona?

Nos basamos en dos factores clave:

1- Reducir la demanda energética para cumplir con unos estándares

2- Generar la energía restante mediante fuentes renovables o de bajo impacto ambiental

¿Como reducimos la demanda energética?

Ya hemos hablado antes que conseguir una casa pasiva o de consumo energético cercano a cero es posible en viviendas construidas con anterioridad, pero hoy nos vamos a centrar en las estrategias que se utilizan en general, con independencia de si se pueden aplicar en viviendas colectivas construidas o en viviendas unifamiliares de nueva construcción.

  • Aprovechamos la radiación solar

El sol es una fuente de energía que proporciona luz y calor. En cualquier tipo de arquitectura, aprovechar la luz y la radiación solar es algo fundamental, pero cuando si se trata de una casa pasiva, aprovechar el sol es clave. La situación y el tamaño de las ventanas por lo tanto, es algo de vital importancia.

En general, siempre que dispongamos de una fachada a sur a través de la que podamos captar sol, colocaremos una superficie aproximada de acristalamiento correspondiente a un 70% del total de la fachada.

Este porcentaje puede resultarnos excesivo, sobre todo en climas mediterráneos como el nuestro, pero lo cierto es que la capacidad del sol para calentar una vivienda es muy alta, el llamado efecto invernadero puede ser muy provechoso para calentar una casa, y se consigue ubicando no sólo acristalamientos grandes, si no también galerías acristaladas en las fachadas soleadas de la casa. El techo acristalado de una galería multiplica la captación solar.

Por supuesto, y dado nuestro clima mediterráneo, en verano deberemos poder proteger todos los sistemas de captación solar, bien sea, con filtros solares como porches o pérgolas o mediante la ventilación controlada de los espacios que reciben radiación directa.

Para entender cómo funciona una casa pasiva es vital conocer el clima propio del lugar y saber aprovechar la radiación para calentar la casa pero también conocer como usar las sombras para saber protegernos en verano sin con ello perder calidad de luz interior.

  • Aprovechar la ventilación natural

Normalmente nos preocupa cómo calentar la casa en invierno, pero en verano también deberemos garantizar una temperatura adecuada en el interior, y normalmente, ésto supone un mayor gasto energético que el de calentar.

La ventilación cruzada en todas las habitaciones de la casa (o como mínimo en habitaciones y zonas comunes) es una estrategia que garantiza conseguir el confort en épocas mas calurosas. Esto resulta tan sencillo como colocar ventanas practicables en fachadas opuestas.

En viviendas con mucha compartimentación (pisos, casas grandes, etc) suele ser difícil generar estas ventilaciones cruzadas. Para esto, los patios suelen ser una buena estrategia para conseguir ventilaciones cruzadas, nos permiten regular de forma efectiva la temperatura interior y conseguir un ambiente interior saludable si, además, se instala vegetación que ayuda a regular la humedad y retener partículas de polvo.

Casa pasiva de Keffer | RPA | Richard Pedranti Arquitecto

  • Aislar bien la casa

Cuando conseguimos una temperatura adecuada en el interior de la vivienda, hay que conseguir mantenerla el máximo tiempo posible y se consigue evitando las pérdidas de calor.

El intercambio de calor de una casa se produce principalmente por la fachada (muro y acristalamiento), por la cubierta y, en menor grado, por el suelo en contacto con el terreno. Es lo que llamamos envolvente térmica.

En una casa pasiva o de consumo nulo, el grosor del aislamiento es considerablemente mayor que en una casa convencional. Cuanto menos aislamiento, mayor transmitancia térmica y, por lo tanto, mayor intercambio de calor.

Por ello, mientras una casa convencional suele disponer de entre 5 y 12 centímetros de aislamiento, una casa pasiva dispone de un mínimo de 15 a 20 cm de grosor de aislamiento.

  • Ventanas

Se recomienda que en la fachada sur, alrededor de un 70% de la superficie sean ventanas, pero si éstas no están bien aisladas o no disponen de una buena cámara que no permita la pérdida de calor a través del vidrio, de poco servirá colocar 20 cm de aislamiento térmico.

Teniendo en cuenta que a través de los cristales perdemos hasta 8 veces más calor que a través de los muros, en una casa de consumo energético nulo, debemos instalar ventanas de doble o triple cristal, con cámara de aire o filtros de baja emisividad de calor. pàra que, de esta forma, conseguimos llegar a transmitancias o pérdidas de calor similares a las que tenemos en las fachadas.

En cualquier caso, al elegir un acristalamiento no solo deberemos tener en cuenta el aislamiento respecto a las pérdidas de calor si no también la pérdida de captación lumínica. En este sentido, desde Carmen González Arquitectura y Diseño guiamos sobre la mejor opción según las características climáticas de la zona.

 

imágenes: Pinterest

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