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¿Cuándo hacer tu casa eficiente?

¿Cuándo hacer tu casa eficiente?

¿Cuándo hacer tu casa eficiente?

Eficiencia bien, ¿pero cuándo es mejor?

Cuando nos compramos una casa, y sobretodo si se trata de una casa que no es nueva, normalmente nos fijamos en arreglos estéticos, como pintar o cambiar las puertas por algo un poco mas moderno, cambiar el baño porque tiene azulejos que se parecen a los que eligió tu abuela hace 20 años, la cocina es un espanto o el suelo… y nos metemos en obras que son caras e interminables.

Muchas veces esas obras esfuman nuestros ahorros y nos estresan mas de lo esperado, sobre todo porque no vemos ahorro por ningún lado, pero nuestro hogar es digno de cualquier revista de diseño interior.

Es verdad que es natural que esto suceda, todos empezamos a vivir en una nueva casa con muchísima ilusión, y queremos que esté preciosa. Pero, ¿y si te digo que si en vez de pintar o cambiar puertas es mejor que cambies las ventanas? ¿que en vez de quitar el gotelé es mejor que cambies la caldera?

Si, existen una serie de cambios mínimos en las viviendas que pueden reducir los costes de las principales facturas. Inversiones pequeñas que se notan a corto plazo en el bolsillo y que te ayudarán a conseguir que esos cambios estéticos que deseas estén más cerca.

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¿Pero es posible en un piso?

Aunque nos parece siempre que todo esto supone un gasto considerable que sólo se puede conseguir si realizamos una vivienda de cero, esto es, desde su diseño y construcción, lo cierto es que es muy factible conseguir reducir consumos energéticos próximos a cero también en viviendas colectivas, es decir, pisos.

Resulta mucho más sencillo conseguir esta reducción energética en pisos si todo la comunidad de vecinos se pone de acuerdo y quiere realizar una reforma de lo que los técnicos llamamos «envolvente térmica», que es como la piel del edificio, o lo que nos aisla del exterior.

Pero sí es posible conseguir reducir costos energéticos en viviendas, aunque el resto de vecinos no esté dispuesto a hacer derramas a corto plazo. 

¿Que cambios es mejor hacer?

Dependen muchos factores para responder a esta pregunta, si se trata de una vivienda unifamiliar o un piso, si tienes calefacción central o una caldera individual de combustible fósil, etc.

Desde Carmen González Arquitectura y Diseño podemos identificar qué aspectos son mejorables en cuestiones energéticas en tu vivienda y orientarte sobre las posibles obras de mejora que puedes realizar en ella, incluso, podemos realizar la obra para que tu vivienda no sólo tenga una reducción del consumo energético si no también, podemos conseguir que sea con materiales ecológicos, libres de toxinas, más responsables con el medio ambiente, pero mucho más saludables para tu familia y para ti.

imágenes: Pinterest

Casas pasivas y su funcionamiento básico

Casas pasivas y su funcionamiento básico

Casas pasivas y su funcionamiento básico

Ya hemos hablado en varias ocasiones sobre qué son las viviendas pasivas o de consumo nulo y cómo se diseñan para aprovechar la naturaleza a nuestro favor y conseguir que una vivienda no solo sea sostenible energéticamente si no también ecológica.

En el post sobre ¿Como funciona una casa pasiva? hemos hablado de la importancia que tiene reducir la demanda energética del edificio para luego poder calentarlo con energías renovables o de bajo impacto ambiental.

¿Cómo influye el diseño?

  • Aprovechar la inercia térmica de los materiales

La inercia térmica es una característica de los materiales que indica el intercambio de calor entre el interior y el exterior, y nos da pistas sobre cómo puede ayudarnos a aislar la vivienda.

Llamamos inercia térmica a la capacidad de un material de almacenar calor, por lo que se suele corresponder a materiales con mucha masa. El hormigón o la piedra por ejemplo, son materiales que, aunque tardan en calentarse, acumulan calor durante muchas horas.

Los materiales con mucha inercia térmica suelen acumular calor y luego cederlo lentamente, por lo que al usarlo en fachadas, por ejemplo, lo van cediendo al interior con cierto retraso horario. Se suele diseñar para que el retraso horario de transmisión de calor al interior sea en torno a 8 horas, de esta forma, el calor que se acumula durante el día se cederá al interior de la casa durante la noche.

Esto es muy bueno en invierno puesto que el disponer del calor durante la noche en el interior, cuando fuera refresca, nos permite tener caldeado el ambiente todo el dia y facilita abrir ventanas y ventilar de forma rápida el ambiente por la mañana.

Basándonos en esta característica, los sistemas de calefacción como el suelo radiante funcionan mediante el aprovechamiento de inercia térmica, por este motivo no se suele recomendar su instalación bajo suelos de madera, no porque no sea posible si no porque la madera ademas de aislar, no acumula calor y por lo tanto no será tan eficiente como en un suelo cerámico.

  • Aprovechar el terreno y el soleamiento natural

Cuando hablamos de cómo funciona una casa pasiva debemos considerar un elemento natural con una inercia térmica infinita que es el propio terreno.

Si existe pendiente en nuestro terreno, existe la posibilidad de semi-enterrar una parte de la vivienda y aprovechar así la inercia del terreno. Lo ideal es cubrir la fachada norte, puesto que no llega luz del sol directa y no se puede captar calor, pero ésto dependerá de la zona climática dónde nos situemos.

Ademas, la elección del terreno no sólo nos facilita éste aspecto, también la orientación respecto al sol para así aprovecharnos de la radiación solar en invierno o evitarla en verano.

¿Casa pasiva o pasiva? - Sustainability firma

¿Como se genera la energía necesaria para la vivienda mediante fuentes renovables?

Ya hemos comentado que mediante la captación solar, la ventilación y la inercia térmica de los materiales podemos lograr una temperatura ambiente agradable. Pero dependiendo de la zona y su clima propio puede hacer falta un aporte extra de energía para conseguir el confort climático en la vivienda.

Además, hay que recordar que necesitaremos conseguir energía para calentar el agua de ducha (Agua caliente sanitaria) o la energía para hacer funcionar los electrodomésticos, por ejemplo.

Veamos cómo funciona una casa pasiva cuando se trata de generar energía mediante fuentes limpias y renovables.

  • Calentar agua mediante placas solares

Aunque existen otros métodos para calentar agua, el que más se suele utilizar es el uso de placas solares. 

Una placa solar funciona mediante un líquido que se calienta y pasa a través de un circuito cerrado que se conduce desde las placas a un depósito de agua, y éste se calienta. Este depósito se puede calentar también mediante biomasa por ejemplo, en días fríos como en invierno, en los que el sol no es suficiente para cubrir nuestras necesidades de agua caliente. 

Las placas solares no son las placas fotovoltaicas, destinadas a generar energía eléctrica, ya que una placa solar funciona únicamente para calentar agua.

  • Generar electricidad mediante placas fotovoltaicas o aerogeneradores domésticos

La electricidad la podemos obtener a partir de placas fotovoltaicas, como hemos mencionado antes. Una placa fotovoltaica funciona mediante procesos químicos que transforman el calor del sol en electricidad.

Nos resulta difícil almacenar electricidad, de hecho hoy en día todavía no está solventado el problema del almacenamiento y la mayoría de instalaciones deben verter el excedente a la compañía eléctrica y consumir de la red eléctrica en periodos nocturnos cuando no hay sol.

Algunas viviendas disponen de espacio suficiente para tener almacenadas baterías, que nos permiten almacenar electricidad en nuestro propio hogar para consumirla cuando sea necesario.

Otros medios de obtención de electricidad son aerogeneradores domésticos, de dimensiones mucho más reducidas que las que se suelen utilizar por las compañías eléctricas, pero igualmente eficaces. 

Esquema de conexiones

Esquema de funcionamiento de una termochimenea

  • Generar calor mediante biomasa o termochimeneas

Las calderas de biomasa se alimentan con pellets o con restos orgánicos ya sea madera o huesos de aceituna, cascaras de frutos secos o residuos forestales. Por comodidad, se suele instalar un depósito automático de restos orgánicos (pellets, huesos, etc) que tan solo se debe rellenar cada cierto tiempo y que va suministrando de forma automática combustible a la caldera en función de la demanda energética. Éstas calderas proporcionan calor como una caldera de gasoil convencional, calentando un depósito de agua que puede servir para calentar radiadores o agua caliente sanitaria.

Otras opciones son las termochimeneas, hidrochimeneas o chimeneas de calefacción, que, al mismo tiempo que calientan la zona en la que se encuentran, pueden adaptarse para generar agua caliente sanitaria o para el sistema de calefacción que se instale en la vivienda.

  • Generar calor mediante un pozo canadiense

Un pozo canadiense es un conducto que se hace pasar por debajo del sueloa través del que circula aire que captamos del exterior.

Debido a la inercia térmica del terreno, a medida que excavamos, la temperatura es más estable. Por eso, si hacemos circular un conducto de aire a través del terreno, se consigue estabilizar su temperatura entre 18 y 20 grados.

Una vez tenemos este aire a una temperatura adecuada tan solo hace falta conducirlo hacia el interior mediante una sencilla bomba.

Según la normativa española de construcción, obliga a que haya una ventilación constante en casa. Mediante un sistema de pozo canadiense, el aire para ventilar la casa entra a una temperatura adecuada que no calienta ni enfría el ambiente, pero hace que sea una temperatura estable.

ARQUITRUST: Pozos Canadienses o Provenzales

Esquema de funcionamiento de un pozo canadiense

  • Generar calor mediante energía geotérmica

En relación con el pozo canadiense, existe la energía geotérmica que funciona de manera que se hacen circular unos conductos por los que pasa agua que se calienta. Estos conductos se pueden ubicar de forma superficial bajo tierra o bien a gran profundidad, utilizando esa inercia térmica del terreno de la que nos servimos en los pozos canadienses.

Aunque la temperatura a la que se consigue calentar el agua no suele ser suficiente para caldear el ambiente, será necesario un pequeño aporte extra de energía para llegar a la temperatura de confort y ya hemos visto que este aporte se puede llevar a cabo mediante sistemas de energía baratos y renovables como puede ser la biomasa.

Al conocer cómo funciona una casa pasiva, tendremos en cuenta todas éstas estrategias de diseño pero no debemos olvidar que una casa pasiva debe estar en estrecha relación con el entorno en el que se construye, su clima y con las necesidades del cliente.

De nada servirá colocar grandes ventanales a sur que captan calor si el usuario de la vivienda no se ocupa en verano de protegerlo mediante lamas practicables, toldos o pérgolas, que aunque existen sistemas tecnológicos para domotizar, es cierto que son viviendas que necesitan atención. Debemos entender cómo funciona una casa pasiva, una máquina climática que se va adaptando a las condiciones cambiantes del entorno en el que se sitúa.

En Carmen González Arquitectura y Diseño proyectamos cada casa adaptada con el entorno y con el clima para reducir su consumo. Podéis contactar con nosotros sin ningún tipo de compromiso para cualquier duda que tengáis. 

imágenes: Pinterest

¿Cómo funciona una casa pasiva?

¿Cómo funciona una casa pasiva?

¿Cómo funciona una casa pasiva?

Las casas pasivas nos encantan, y por eso no nos cansamos de contaros cómo funcionan y que ventajas tienen.

Porque… ¿Quién no quiere reducir el consumo energético en casa para dejar de pagar facturas de electricidad, de gas o de agua? ¿Quién no quiere vivir en una casa que está fresca sin necesidad de aire acondicionado?

¿Y si además os decimos que todo esto se puede realizar con materiales naturales y sanos que generan un ambiente interior saludable y libre de tóxicos?

Ademas, ¡no vale la fortuna que imaginas!

En Carmen González Arquitectura y Diseño nos hemos propuesto que sea asequible, que jugando con estrategias clave de la arquitectura y del diseño tradicional con cuestiones como la orientación adecuada, ventilaciones naturales y trabajar con materiales naturales es posible construir una casa pasiva de forma económica.

Para ello es necesario entender cómo funciona una casa pasiva, cuáles son las estrategias clave para que una casa aproveche los recursos naturales de los que dispone en su entorno inmediato y conseguir el confort interior reduciendo las necesidades energéticas al mínimo de forma que se puedan cubrir mediante energías renovables, limpias y baratas.

¿Qué es una casa pasiva?

Aunque ya hemos hablado de esto anteriormente, siempre está bien recordar qué es una casa pasiva.

Se trata de una casa que utiliza estrategias de diseño de la arquitectura y materiales para funcionar de forma eficiente llegando a reducir el consumo del orden de un 60 a un 90% respeto una casa convencional.

Se utilizan elementos de diseño o de la propia arquitectura para conseguir aportes energéticos, por ejemplo, un ventanal colocado en la orientación sur para que caliente en invierno la casa o un porche para protegernos del sol en verano son sencillas estrategias que nos ayudan a entender cómo funciona una casa pasiva, y muchas de ellas son tan habituales que se ve plasmado en la arquitectura tradicional.

¿Cómo funciona?

Nos basamos en dos factores clave:

1- Reducir la demanda energética para cumplir con unos estándares

2- Generar la energía restante mediante fuentes renovables o de bajo impacto ambiental

¿Como reducimos la demanda energética?

Ya hemos hablado antes que conseguir una casa pasiva o de consumo energético cercano a cero es posible en viviendas construidas con anterioridad, pero hoy nos vamos a centrar en las estrategias que se utilizan en general, con independencia de si se pueden aplicar en viviendas colectivas construidas o en viviendas unifamiliares de nueva construcción.

  • Aprovechamos la radiación solar

El sol es una fuente de energía que proporciona luz y calor. En cualquier tipo de arquitectura, aprovechar la luz y la radiación solar es algo fundamental, pero cuando si se trata de una casa pasiva, aprovechar el sol es clave. La situación y el tamaño de las ventanas por lo tanto, es algo de vital importancia.

En general, siempre que dispongamos de una fachada a sur a través de la que podamos captar sol, colocaremos una superficie aproximada de acristalamiento correspondiente a un 70% del total de la fachada.

Este porcentaje puede resultarnos excesivo, sobre todo en climas mediterráneos como el nuestro, pero lo cierto es que la capacidad del sol para calentar una vivienda es muy alta, el llamado efecto invernadero puede ser muy provechoso para calentar una casa, y se consigue ubicando no sólo acristalamientos grandes, si no también galerías acristaladas en las fachadas soleadas de la casa. El techo acristalado de una galería multiplica la captación solar.

Por supuesto, y dado nuestro clima mediterráneo, en verano deberemos poder proteger todos los sistemas de captación solar, bien sea, con filtros solares como porches o pérgolas o mediante la ventilación controlada de los espacios que reciben radiación directa.

Para entender cómo funciona una casa pasiva es vital conocer el clima propio del lugar y saber aprovechar la radiación para calentar la casa pero también conocer como usar las sombras para saber protegernos en verano sin con ello perder calidad de luz interior.

  • Aprovechar la ventilación natural

Normalmente nos preocupa cómo calentar la casa en invierno, pero en verano también deberemos garantizar una temperatura adecuada en el interior, y normalmente, ésto supone un mayor gasto energético que el de calentar.

La ventilación cruzada en todas las habitaciones de la casa (o como mínimo en habitaciones y zonas comunes) es una estrategia que garantiza conseguir el confort en épocas mas calurosas. Esto resulta tan sencillo como colocar ventanas practicables en fachadas opuestas.

En viviendas con mucha compartimentación (pisos, casas grandes, etc) suele ser difícil generar estas ventilaciones cruzadas. Para esto, los patios suelen ser una buena estrategia para conseguir ventilaciones cruzadas, nos permiten regular de forma efectiva la temperatura interior y conseguir un ambiente interior saludable si, además, se instala vegetación que ayuda a regular la humedad y retener partículas de polvo.

Casa pasiva de Keffer | RPA | Richard Pedranti Arquitecto

  • Aislar bien la casa

Cuando conseguimos una temperatura adecuada en el interior de la vivienda, hay que conseguir mantenerla el máximo tiempo posible y se consigue evitando las pérdidas de calor.

El intercambio de calor de una casa se produce principalmente por la fachada (muro y acristalamiento), por la cubierta y, en menor grado, por el suelo en contacto con el terreno. Es lo que llamamos envolvente térmica.

En una casa pasiva o de consumo nulo, el grosor del aislamiento es considerablemente mayor que en una casa convencional. Cuanto menos aislamiento, mayor transmitancia térmica y, por lo tanto, mayor intercambio de calor.

Por ello, mientras una casa convencional suele disponer de entre 5 y 12 centímetros de aislamiento, una casa pasiva dispone de un mínimo de 15 a 20 cm de grosor de aislamiento.

  • Ventanas

Se recomienda que en la fachada sur, alrededor de un 70% de la superficie sean ventanas, pero si éstas no están bien aisladas o no disponen de una buena cámara que no permita la pérdida de calor a través del vidrio, de poco servirá colocar 20 cm de aislamiento térmico.

Teniendo en cuenta que a través de los cristales perdemos hasta 8 veces más calor que a través de los muros, en una casa de consumo energético nulo, debemos instalar ventanas de doble o triple cristal, con cámara de aire o filtros de baja emisividad de calor. pàra que, de esta forma, conseguimos llegar a transmitancias o pérdidas de calor similares a las que tenemos en las fachadas.

En cualquier caso, al elegir un acristalamiento no solo deberemos tener en cuenta el aislamiento respecto a las pérdidas de calor si no también la pérdida de captación lumínica. En este sentido, desde Carmen González Arquitectura y Diseño guiamos sobre la mejor opción según las características climáticas de la zona.

 

imágenes: Pinterest

Consumo nulo no significa ser anacoreta

Consumo nulo no significa ser anacoreta

Consumo nulo no significa ser anacoreta

Hoy vamos a hablar sobre las ideas preconcebidas de las viviendas de consumo nulo o viviendas positivas.

En primer lugar vamos a recordar, aunque ya lo hemos hablado muchas veces, las diferencias que existen:

Casa pasiva o passive house

Viviendas que necesitan un aporte energético muy pequeño y se ajustan a unos estándares de consumo y materiales. 

Casas bioclimáticas o de construcción ecológica 

Son viviendas que además de intentar un consumo energético sostenido se construyen con materiales ecológicos, libres de tóxicos o, incluso, con materiales naturales. 

Casas de consumo energético nulo

Son viviendas que no necesitan nada de aporte energético por su forma de diseñarse o su intervención técnica. Éstas pueden llegar a ser casas positivas cuando además producen energía sobrante a su consumo.

Casas ecológicas autosuficientes

Tras este pequeño inciso, muy resumido, seguramente se caiga en los siguientes tópicos que vamos a ir desmintiendo uno a uno. 

Tópico 1: Sólo se pueden conseguir en viviendas de nueva construcción. 

Es lógico pensar esto, pues es cierto que la elección del solar o la orientación en la parcela es muy importante. Porque la mayor parte de estas estrategias climáticas son fáciles de incluir si se diseña la vivienda desde el principio. 

Es cierto que es más complicado pero no es imposible. Evidentemente no se conseguirá un consumo nulo o positivo pero nos podemos acercar a ello bastante.

Así que si te estás planteando una nueva casa en el pueblo o construirte tu vivienda de ensueño, esto es posible. Pero también si vives en un piso en la ciudad.  

Tópico 2: sólo es posible si se vive en mitad del campo, lejos de una urbe. 

Siguiendo con la idea anterior nos encontramos muy a menudo con la idea de que las viviendas ecológicas o de consumo casi nulo sólo son posibles en un pueblecito remoto, en mitad del campo y lejos de cualquier civilización. 

Aunque este tipo de inquietudes climáticas trasladadas al hogar, en ocasiones van relacionadas a un estilo de vida, no necesariamente es obligatorio renunciar a la ciudad y vivir como un ermitaño en mitad de un bosque.

Nos repetimos, es posible tener respeto al medio ambiente (o intención de reducir facturas) aún viviendo en un bloque de pisos en mitad de una gran ciudad.

Tópico 3: son rústicas. 

Mucha gente, siguiendo la línea de la idea anterior, creen que es necesario que sean viviendas rústicas, de materiales naturales como barro o piedra. 

En esto hay parte de razón, las viviendas que se construyen desde cero con éstas estrategias, suelen utilizar materiales naturales del entorno, entre otras cosas porque están libres de tóxicos, químicos y suponen menor impacto medioambiental.

Pero podemos tener una vivienda con éstos criterios y éstas estrategias sin dejar de ser modernas o con estilos más depurados, más actuales.

Tópico 4: son caras. 

En este tema influyen muchos factores, los materiales, las dimensiones, la elección de los sistemas, etc. Y todos ellos afectan al presupuesto. 

La realidad es que la inversión en éste tipo de construcciones no supone un exceso en el presupuesto y, con independencia de los años en los que se termina de amortizar algunos sistemas, se consigue ahorrar mucho a lo largo del año como para merecer la pena, pues se deja de invertir en facturas y gastos fijos respecto a una vivienda convencional. 

Los ahorros en éste sentido van del orden del 70% hasta un 90% respecto a una vivienda convencional. 

Tópico 5: esto siempre lo hemos tenido en el pueblo. 

Muchas de éstas estrategias de bioconstrucción o de viviendas de consumo casi nulo surgen del estudio de la arquitectura vernácula del lugar. 

La idoneidad de estos proyectos tienen mucho que ver con el estudio del entorno, del clima y de las estrategias de la arquitectura local, pero no es cierto que se haya estado haciendo toda la vida ni que se haya conseguido un consumo energético próximo a cero. 

¿Quién no ha pasado unos días en una casita rural de piedra y madera, en un entorno rural, y se le han congelado hasta las ideas?

Penda diseña villas en altura con jardines verticales para Hyderabad,Cortesía de Penda

Finalmente, si has leído éste artículo es porque alguna inquietud tienes al respecto, así que si tienes dudas o quieres que hablemos sobre tu idea de vivienda, ponte en contacto con nosotros. En Carmen González Arquitectura y Diseño estamos encantados de ayudarte y de proporcionarte las mejores soluciones para convertir tu vivienda en lo más ecológica posible. 

imágenes: Pinterest

Edificios de consumo de energía casi nulos

Edificios de consumo de energía casi nulos

Edificios de consumo de energía casi nulos

¿Qué son los edificios de consumo de energía casi nulo o EECN?

La Directiva 2010/31/UE  define un edificio EECN como:

Un edificio con un nivel de eficiencia energética muy alto (…). La cantidad casi nula o muy baja de energía requerida debería estar cubierta, en muy amplia medida, por energía procedente de fuentes renovables, incluida la energía procedente de fuentes renovables producida in situ o en el entorno.

En esta definición entran varios conceptos:

1. La exigencia de la eficiencia energética

Tras esta directiva europea, los edificios deben minimizar las necesidades energéticas con conceptos y diseños que se conocen como sistemas pasivos, es decir, factores como la orientación del edificio, materiales y aislamiento térmico, composición y distribución de la envolvente del edificio (cubierta, fachada, ventanas…), el aprovechamiento de la iluminación natural o sistemas de ventilación natural, entre otros. 

El consumo energético en un edificio optimizado con estas pautas,  puede verse reducido en más de un 70% con respecto al consumo en una instalación convencional, que puede aumentar hasta un 90% si hacemos que las instalación requeridas sean altamente eficientes.

2. Procedencia de las fuentes de energía

La eficiencia energética de los edificios está relacionada también con las fuentes de energía que son necesarias para la habitabilidad del mismo. Éstas instalaciones activas son las propias de calentamiento de agua, acondicionamiento del aire, iluminación…así como los servicios necesarios para un uso correcto. 

Las directivas europeas fomentan los esfuerzos para utilizar tecnologías de energía renovable. Por ejemplo, el uso de las placas solares fotovoltaicas, baterías de acumulación de energía, que favorecen el autoconsumo, de tal manera, que los ECCN, pueden llegar a ser un Edificio de Balance energético Cero. Por tanto, en este punto, las energías fósiles están totalmente descartadas en un Edificio de Consumo casi Nulo.

Casa Passive House, Diseñada por el Instituto de Tecnología de la Universidad de Darmstadt, Alemania. Ganadora del SolarDecathlon 2007, ideada para climas subtropicales.

¿Cuando hay que cumplir con estas directrices?

En los próximos años, uno de los grandes retos del sector de la construcción en todos los países europeos será cumplir los objetivos de la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (2010/31/EC)  para la implantación en 2020 de los llamados edificios de consumo de energía casi nulo, llamados nZEB (Nearly Zero Energy Buildings) o EECN (Edificios de Energia Casi Nula).

Todos los países están trabajando en las normativas que necesitan para cumplir estos plazos. En algunos países, se está proponiendo un endurecimiento progresivo de los requerimientos energéticos de todos los edificios para alcanzar en el 2020 unos consumos de energía casi nula en todos los edificios; en otros países, se ha decidido aplicar estas normativas en en edificios públicos o de nueva construcción, para posteriormente adaptarla al resto.

En el caso de España la definición está en fase de desarrollo.

¿Existen edificios así? ¿hay ciudades que aplican esto?

Países que destacan en su apuesta por edificios de bajo consumo en Europa son Alemania y Austria: Frankfurt o Hannover aplican a sus edificios el estándar Passivhaus (casa pasiva) surgido de una idea de los profesores Bo Adamson  y Wolfgang Feist en 1988.

Este concepto energético es aplicable en diferentes estilos arquitectónicos, usos y materiales, y tiene como objetivo limitar la demanda de energía a 15 Kwh/m2a para la calefacción y 15 Kwh/m2a para la refrigeración. Además, la energía primaria total demandada por el edificio no debe superar los 120 Kwh/m2a.

Otro ejemplo es Dinamarca, uno de los países que apuestan por las viviendas con un bajo consumo energético. Copenhague fue premiada como la capital verde europea en 2014 por llevar a cabo interesantes proyectos urbanísticos donde se mezcla innovación y eco-tecnología. Una ciudad modelo que aspira a convertirse en la primera ciudad inteligente sin emisiones de C02 en 2025 al almacenar energía producida por turbinas eólicas para ser consumida con posterioridad. Entre sus objetivos cumplidos, está la reducción de la emisión de CO2, mediante iniciativas centradas en la apuesta por edificios públicos, comercios y viviendas de bajo consumo.

En España“La Torre Iberdrola” es otra clara apuesta por el ahorro energético en el trabajo al contar con 16 plantas exclusivas para oficinas con paredes bioclimáticas así como sistemas de regulación de luminosidad y climatización según las condiciones térmicas del exterior.

Todos estos ejemplos, demuestran que los edificios verdes cuentan con un futuro prometedor, no solo por las normativas que se van estableciendo paulatinamente, sino también por los usuarios, que cada vez dan más valor a un bien tan preciado como la energía y el medioambiente.

¿Pero puedo tener esto en mi propia casa?

A priori, la gente suele pensar que ésto sólo está al alcance de unos pocos, y que sólo es posible en viviendas unifamiliares, construidas desde cero en urbanizaciones con vecinos como Cristiano Ronaldo o la Pantoja. Pero no es así.

Es evidente que es mucho más fácil conseguir un edificio de consumo nulo si, desde el principio, lo diseñas y desarrollas teniendo en cuenta éstos conceptos, pero es posible conseguir una reducción del consumo energético cerca al consumo casi nulo o de las casas pasivas en rehabilitaciones y bloques de viviendas. 

Así que si, un piso en Carabanchel (un barrio de Madrid) puede ser eficiente y de consumo energético próximo a ser casi nulo.

¿Buscas mejorar el planeta y también tu economía?

Está claro que los combustibles fósiles cada vez van a estar más caros (porque se agotan, contaminan, etc.), y tras las últimas subidas de la energía, valorar el planeta pasa también por tener en cuenta nuestra economía.

En Carmen González Arquitectura y Diseño tenemos todas las herramientas para poder conseguir que tu vivienda sea lo más sostenible eco-lógicamente hablando pero también económicamente, ya que muchas personas valoran la ecología y pretenden no contribuir a empeorar el cambio climático, pero otras muchas, buscan conseguir que las facturas de su casa sean prácticamente el tramo fijo.

Para conseguir ésto, colaboramos ingenieros y arquitectos, que te ayudarán a que tu vivienda consuma menos energía y lo note el planeta y tu bolsillo.

Esto es posible, está a tu alcance 

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