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Domótica: tecnologías para el confort y el ahorro en tu hogar

Domótica: tecnologías para el confort y el ahorro en tu hogar

Domótica: tecnologías para el confort y el ahorro en tu hogar

Aunque nos pueda parecer una cosa futurista y súper moderna, a principios de los años ’70 aparecieron los primeros dispositivos automatizados para edificios, a modo de prueba, para utilizarse a partir de 1980 a nivel comercial y posteriormente en viviendas y espacios privados, conocido como la domótica, una na revolución tecnológica que surge en las últimas décadas se instala también en los hogares del siglo XXI.

¿Pero qué es la domótica?

Según la Asociación Española de Domótica e Inmótica: “la domótica es un conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de la vivienda, que permite una gestión eficiente del uso de la energía, que aporta seguridad y confort, además de comunicación entre el usuario y el sistema.”

En la mayoría de proyectos de arquitectura y nuevas reformas ya se aplica la domótica como un elemento habitual, para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la vivienda en la que se utiliza este conjunto de tecnologías y automatizaciones, convirtiéndose en un equipamiento básico imprescindible.

La domótica en Italia: i numeri e le ragioni del successo

¿Para qué sirve la domótica?

Con a la domótica es posible controlar diferentes aspectos de una vivienda (también oficina o local) como la climatización, la iluminación, la seguridad, el riego o la regulación de persianas por ejemplo, directamente desde la misma vivienda o desde el smartphone, portátil o tableta, a distancia incluso desde otra ciudad.

Esto permite gestionar muchas acciones de la vida diaria, de forma rápida y accesible, para proporcionar más confortabilidad, ahorro y bienestar, convirtiendo tareas ordinarias en acciones que facilitan la vida de los usuarios.

¿Pero es realmente útil?

Entre estas acciones podemos hacer cosas como:

  • controlar el soleamiento sobre la vivienda, que permite dirigir de forma inteligente el movimiento de las persianas de forma individual, en grupo o automatizada, para que la vivienda no esté muy caliente en verano o muy fría en invierno.
  • según las necesidades, hora del día y actividades, el control de temperatura de confort ideal, puede programarse de manera independiente para cada estancia, en función de la climatología exterior o la época del año o de la actividad, esto supone un ahorro energético considerable
  • en caso de ausencia del hogar por vacaciones, podemos gestionar la iluminación exterior e interior de la vivienda dando la sensación de estar habitada
  • en cuestión de seguridad, es posible bloquear puertas y ventanas, de forma remota, e incluso se puede gestionar y activar sistemas de alarma interior o perimetral a la propia vivienda.

Esto consigue que cada vivienda sea más sostenible y eficiente, porque éstas utilidades pueden modificarse fácilmente desde una App del proveedor.

En el ámbito del ocio, la domótica brilla con luz propia:

  • salones convertidos en pequeños cines con las mejores prestaciones audiovisuales
  • zonas de juego online de primera calidad, con escenarios lumínicos y de sonido adecuados a cada momento y actividad
  • sistemas de audio y música, que hacen que cualquier reunión de amigos tenga hilo musical
  • control de la iluminación de un jardín para poder tener reuniones al aire libre que permitan la mejor experiencia a amigos y familiares
  • o de la temperatura de una piscina…

Las nuevas instalaciones aseguran mayor estabilidad, permiten gestionar y programar las distintas aplicaciones de forma eficaz, a partir de un uso sencillo e intuitivo, para poder utilizar los distintos recursos, con total eficacia, sin necesitar conocimientos específicos avanzados.

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Aplicaciones domóticas del día a día

Aunque llegados hasta aquí puede parecerte ciencia ficción, actualmente ya es posible colocar sistemas domóticos que permiten:

  • controlar la intensidad de las bombillas a través del teléfono,
  • lavadoras que mandan alertas cuando ha finalizado la tarea programada,
  • termostatos inteligentes que posibilitan controlar y modificar la temperatura interior a distancia,
  • frigoríficos de última generación que avisan cuando un alimento se ha terminado
  • o intuir la llegada de los habitantes a casa, para encender el sistema de climatización instalado y así alcanzar la temperatura de confort programada.

Además es posible tener el control permanente del video-portero incluso desde el trabajo, para poder abrir la puerta a distancia, al disponer de una comunicación visual en directo con quien necesita acceder a la vivienda, como cuando te llega un paquete de Amazon y no tienes vecino que te lo recoja.

Incluso en época de vacaciones o ausencias prolongadas, con los nuevos sistemas domóticos es posible dejar la casa en modo vacaciones/eco, para ganar en funcionalidad, seguridad y ahorro, convirtiendo las viviendas domotizadas en espacios que se adecúan a tu forma de vida, para hacerla más confortable, sencilla y eficiente.

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Ahorro energético y sostenibilidad

Por supuesto, no podemos olvidarnos de una de las ventajas más evidentes y demandadas en los sistemas domóticos, el ahorro energético; un factor clave para disfrutar de casas modernas más sostenibles y respetuosas con el entorno, porque utilizando los recursos de forma positiva y eficiente, es posible reducir los costes energéticos de uso doméstico, que supone aproximadamente un 30 % del consumo global, para disminuir su impacto tanto a nivel económico como medioambiental.

Puede parecerte caro, pero no hay duda que se trata de una inversión que notarás desde el primer momento tanto en confort como en economía.

Ya no se trata de la solución del futuro, las casas que diseñamos en Carmen Gonzalez Arquitectura y Diseño con sistemas domóticos son más eficientes enérgicamente para ganar en comodidad y bienestar, fomentando una vida más sostenible, la auténtica clave para poder disfrutar de un planeta más verde y con futuro.

Imágenes: Pinterest

Viviendas del futuro para el 2020

Viviendas del futuro para el 2020

Viviendas del futuro para el 2020

¿Que aún no te has decidido para hacer tu vivienda mas sostenible? pues hoy te contamos por qué es tan importante a partir de ahora.

Todas las viviendas que se construyan en España y en el resto de los países europeas a partir de 2020 deberán tener un consumo de energía casi nulo, según lo que establece la Unión Europea mediante su Directiva de eficiencia energética en edificios (EPBD), que además dispone que la energía que consuman estas viviendas deberá ser generada a partir de fuentes renovables situadas en el propio edificio o en su entorno.

Estas nuevas políticas en la UE conducirán a reducir estas emisiones en un 60% para 2050, intentando tener consumo nulo a partir de entonces.

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Estrategias como una buena orientación, un buen aislamiento, la instalación de placas fotovoltaicas y fachadas ventiladas, los sistemas solares térmicos, la biomasa, la geotermia o la energía eólica, son algunas de las medidas que pueden ayudar a las viviendas a reducir su demanda energética, y en consecuencia, reducir sus facturas. 

Esta nueva normativa exige también que el poco consumo de energía que puedan tener los edificios no afecte a la salud de sus habitantes, esto se consigue con los materiales ecológicos libres de tóxicos y alérgenos. 

Gracias a estas pautas, el ahorro de energía de los nuevos edificios será de entre el 60% y el 80%, respecto a las construcciones tradicionales.

Para alcanzar el objetivo de la Directiva Europea, cada país presentará un plan de acción con sus plazos y condiciones correspondientes. Países como Austria o Dinamarca ya lo han hecho, mientras que en España el Ministerio de Fomento está aún trabajando en un nuevo documento del Código Técnico de la Edificación (CTE) en el que estarán determinados los nuevos límites, pero al menos se seguirán los criterios de vivienda pasiva.

¡Que no te entre el pánico!, en principio, afecta principalmente a los edificios construidos en fechas posteriores al 31 de diciembre de 2020. Sobre los edificios ya construidos, la rehabilitación será la solución para que cumplan las nuevas instrucciones, pero de momento sólo se aplicará si se hacen reformas.

En España, ya hay numerosos edificios que se han construido bajo los parámetros del consumo energético casi nulo, algunos de ellos aun más exigentes que la actual normativa consiguiendo ser edificios positivos totalmente independientes energéticamente.

En Carmen González Arquitectura y Diseño somo expertos en estos temas, proyectamos cada casa adaptada con el entorno y con el clima para reducir su consumo. ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros!. 

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10 mentiras sobre la calefacción

10 mentiras sobre la calefacción

10 mentiras sobre la calefacción

Con la llegada del frío, las leyendas acerca de cómo manejar la temperatura en una vivienda comienzan a ir de boca en boca. Nos hemos propuesto desenmascarar esos falsos mitos que corren por las calles y a aprender a manejar la calefacción de una forma eficiente. 

1. «Si apago la calefacción ahorraré»

Esta es una de las principales leyendas urbanas que suelen ser una máxima entre la gente durante el invierno y que nadie sabe a ciencia cierta si es verdad o no.

Pues ya os decimos nosotros que no. No vas a ahorrar por encender la calefacción unas horas, o por apagarla medio dia. 

La calefacción debe estar encendida siempre; lo que más consume es el apagar y volver a encender la calefacción, porque durante el tiempo que la casa está sin calefacción, la casa se enfría y se consume mas energía calentando la casa más de 10ºC que manteniendo una temperatura suave mientras no estas en casa y luego sólo tener que calentar unos cuantos grados.

Según los datos de la OCU, lo recomendable es bajarla a 16ºC durante la noche, o en los momentos que no estés en casa, y tenerla en torno a 21ºC mientras si estés. Esto supondrá un ahorro del 13%

2. «Ande yo caliente, ríase la gente«

Entonces, ¿debemos subir y bajar la temperatura constantemente?, ¿qué hay sobre la forma de vestir en casa?, ¿qué es lo más correcto?

Por lógica, debes regular tu calefacción y ser congruentes con la estación del año en la que vivimos, no tiene sentido que en la calle haga un frío que pela y que en casa estés en plan caribeño. Una temperatura de entre 21°C y 22ºC en invierno es suficiente, aunque probablemente necesitarás manga larga. 

3. «Ventilar no enfría tanto»

Abrir las ventanas para airear nuestra casa es un hábito muy positivo para mantener una buena salud. El aire de los espacios debe renovarse para que continúe siendo respirable y beneficioso para el organismo. Unos 10 minutos diarios bastan para renovar el aire de una estancia. Cuantas más personas viven en una casa, más tiempo y más veces se debe ventilar.

Estamos de acuerdo que ventilar 4 horas por las mañanas, mientras hacemos las tareas de casa, enfría mas la casa que ventilar 10 minutos solamente cada estancia, con lo que gastaremos más en calentar después. Además, lo ideal es hacerlo en las horas centrales del día, cuando el frío exterior no es extremo.

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Termostato inteligente Netatmo by Starck.

4. «El termostato no sirve para nada»

Algunos termostatos comerciales tiene un grado de error bastante grande, sobre todo los que funcionan con una ruedecita (porque regular el grado exacto en ellos es bastante a ojo).

En general, hay que llegar a la temperatura que nos haga estar bien en casa, sin pasarse, es decir, más allá de los grados, está el confort térmico, que también dependerá del tipo de actividad que tengas en casa, la gente que viva en ella, la orientación, etc, es decir, que es muy diferente la temperatura que necesitamos cuando estamos activos en casa que cuando estamos en reposo o en la cama; no es lo mismo estar cocinando, que leyendo en el sofá o durmiendo, ni que seamos dos en casa o la «tribu de los Brady».

Lo ideal sería tener un cronotermostato o termostato inteligente, que haciendo uso del horario, te ayude a regular tu casa en función del uso que le estés dando.

5. «El tamaño del radiador no importa»

Sí, el tamaño sí que importa. Es importante calcular la cantidad de módulos o la superficie que calienta el radiador para cada estancia y el uso razonable que se le vaya a dar.

En general, el radiador, a igualdad de potencia, cuanto más grande es, más grande es la salida de calor, porque da el calor de forma más suave. Si tienes un punto de calor muy concentrado estás generando exceso de calor cerca de ese punto y falta de calor lejos de él. Esto se evita cuanto más grande es el radiador, menos se concentra el calor, y mas uniforme es en la sala

6. «Los radiadores verticales no calientan»

En general, en España, no estamos muy acostumbrados a los radiadores de este tipo, solemos tener horizontales que, además, son de lo más pequeños posibles.

Como ya hemos dicho antes, son aconsejables los radiadores con más superficie. La superficie determina la capacidad máxima de producción de calor de un radiador. Cuanto mayor sea el área de superficie, mayor es el potencial de producción de calor, ya sea en horizontal o en vertical.

En el caso de los horizontales, estos deberían de ocupar el ancho de la ventana. No hay que dejarse llevar por la altura del radiador tradicional. Los verticales deben llegar hasta el techo o hasta el dintel de la puerta. 

7. «El material o la forma del radiador da igual»

El material de fabricación de un radiador no tiene un impacto directo en la cantidad de calor que da hacia fuera. Sin embargo, el material será un factor determinante en la velocidad en la que el radiador se calienta y se enfría. Por ejemplo, el aluminio se calienta rápidamente y se enfría rápidamente, mientras que el hierro fundido se calienta a un ritmo más lento y se enfría a un ritmo más lento.

Por otro lado, la forma de un radiador y su diseño tiene un efecto sobre la cantidad de calor que irradia, pero de nuevo esto se debe a la superficie particular del modelo. Por ejemplo, un radiador tubular con tubos huecos ofrece mucho más área de superficie de un diseño de panel plano sin aletas, ya que el calor puede ser emitido tanto desde el exterior y el interior de los tubos. Así el diseño de un radiador tiene un efecto directo sobre su salida de calor máxima.

8. «El calor no se escapa por las paredes, puertas o ventanas»

De esas tres opciones, por donde más se escapa el calor es por las ventanas. La mejor ventana con certificado Passivhaus pierde incluso más que una pared sin aislante. El segundo sitio por donde más se pierde el calor son las fugas: cada vez que abrimos la puerta de entrada, cuando ventilamos, por las rejillas de la cocina, entre la ventana y el marco, por el hueco de la persiana…

Por eso, no es sólo indispensable elegir un buen radiador, una buena caldera o un termostato inteligente que se regule con el móvil, es fundamental que invirtamos en aislar bien nuestra vivienda, en fachada, ventanas y puertas, porque podemos llegar a ahorrar hasta un 60% en calefacción.

9. «Los cubrerradidadores tapan el radiador pero no el calor»

Aunque entendemos que muchos no os guste ver un radiador a la «vista» lo cierto es que resulta que los cubrerradiadores no son tan aconsejables como pensáis.

Tapan el radiador, si, pero también paran el calor y dejan pasar el aire caliente, es decir mala calidad de calor.

Si el problema es una cuestión estética. un radiador decorativo no cuesta más que un radiador tradicional con un cubre radiador.

Como podrás imaginar, tampoco es conveniente que se tapen con ropa o cualquier otro objeto.

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10. «El calor azul es mejor que un acumulador eléctrico»

Cuando apareció el calor azul en el mercado, prometía ser una opción más económica y respetuosa con el medio. Sin embargo todo se quedó en promesas porque al final se ha demostrado que no es tan buena opción. Trabaja igual que un radiador de aceite pero calentando otros fluidos.

Al final, tanto el calor azul como el acumulador dependen de la electricidad y de las subidas de éstas en el mercado. Todo aquello que trabaje con resistencias siempre resultará más caro y poco efectivo a no ser que tengas algún método de reducción del consumo eléctrico en tu hogar, como paneles solares o aerogeneradores domésticos.

LO QUE TIENES QUE SABER

  • Hay que regular la temperatura y bajarla durante la noche o cuando no estés, pero no conviene apagarla.
  • Cuida bien las fugas que pueden darse en la vivienda. Mira que cierren bien puertas y ventanas e invierte en un buen sistema de aislamiento.
  • El tamaño del radiador sí que importa. Cuanto más grande, el calor se reparte mejor.
  • Si no te gustan que se vean, es mejor invertir en un radiador decorativo que en uno normal y un cubreradiador. El costo es el mismo y el calor sí se ve afectado.
  • ¡Y nunca los tapes! 

Ahora ya sabes cómo mantener tu casa a una temperatura adecuada sin dejarte engañar por los mitos y leyendas invernales.

Si todo esto no te parece suficiente, desde Carmen González Arquitectura y Diseño podemos ayudarte a que tu vivienda sea más eficiente energéticamente y conseguir un ahorro significativo siendo respetuosos con el medio ambiente.

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Trucos para ahorrar en calefacción

Trucos para ahorrar en calefacción

Trucos para ahorrar en calefacción

Este año parece que el invierno va a ser frío y, al final, por muchas mantas y edredones que nos pongamos encima, tenemos que poner más la calefacción.

Aunque las subidas en el precio del gas no ayudan, tranquilos, no está todo perdido: siempre hay trucos que pueden hacer que nuestra factura no suba y no me refiero únicamente a termostatos (qué si no tienes, ve pensando que es fundamental). Hay algunos hábitos que podemos hacer nosotros mismos y que darán excelentes resultados. ¿Te apetece conocer algunos de estos trucos para ahorrar calefacción este invierno? 

1. Purgar radiadores

Muchos sabéis que los radiadores deben purgarse, es decir, que es necesario extraer el aire cada vez que comienza el invierno, pues si no se hace, se pueden acumular pequeñas burbujas de aire que impidan el paso del agua caliente.

Estas pequeñas burbujas pueden hacer que la potencia de nuestros radiadores se reduzca y que, por tanto, necesitemos mucho más calor para que funcionen, haciendo que la caldera trabaje más y por tanto engrosando la factura.

Aunque la mayoría de los radiadores modernos cuentan con purgador automático, es decir, el aire es expulsado por sí mismo, pero, si el purgador es manual, tendremos que realizar nosotros mismos esta purga. El secreto es abrir poco a poco el purgador, de manera muy lenta hasta que salga un poco de agua, eso indicará que el aire ha desaparecido.

purgar radiador

2. Ahorrar gastando

Aunque nuestro sentido común nos hace pensar que si no usamos la calefacción hasta que no sea imprescindible reduciremos el gasto, en realidad, esto no es del todo cierto.  Si mantenemos una temperatura estable en casa gastaremos menos, pues está comprobado que las subidas fuertes de temperatura provocan mayor gasto.

Así que, si tenemos una temperatura constante de unos 20 grados, por ejemplo, lograremos reducir mucho nuestra factura. Pero, si no estamos en casa en todo el día, mantener la calefacción encendida puede salir poco rentable.

En este caso, es buena idea hacerse con un termostato automático para programar la temperatura constante baja y unas horas antes de que lleguemos a casa a una temperatura media, así no tendremos que poner la calefacción a tope para calentar la casa en poco tiempo. Existen termostatos inteligentes que pueden ser programados con el móvil y que te facilitan mucho todo ésto.

termostato calefacción

3. La circulación del calor

El calor debe circular bien, por este motivo, es importante no poner muebles que tapen los radiadores (si, los cubre-radiadores tampoco) o colocar ropa húmeda encima para que se seque antes, esto, lo único que acarrea es un consumo mayor y, por tanto una factura de gas bastante más alta.

 4. Cuida y mima tu caldera

Una caldera bien cuidada es una caldera que rendirá mejor, y, por tanto, una caldera que te ayudará a no gastar de más. Por este motivo, el mantenimiento de este elemento del hogar debe ser correcto.

Afortunadamente, algunas compañías incluyen en sus tarifas el mantenimiento de las calderas. Informaos y optad por los contratos en los que el mantenimiento anual sea gratuito o más bajo. Pero, si estás pensando en cambiar la caldera de casa, no te dejes guiar por tu primera opción. Investiga, estudia y valora.

Escoge siempre la caldera con mejores resultados en cuanto a eficiencia se refiere y compra la adecuada al tamaño de tu vivienda y el consumo que vas a necesitar, ya que así nuestra factura se reducirá.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El precio es importante, pero hay que guiarse por otros aspectos y tener en cuenta que es una compra que no hacemos todos los días. De nada sirve comprar una caldera muy económica si el gasto que vamos a tener con ella se dispara.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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5. No toda la culpa la tiene tu caldera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No toda tu factura se debe al consumo de radiadores y calderas, también hay otros factores que pueden hacer que consumamos más gas de lo normal. Los más importantes son los que tienen que ver con el aislamiento de nuestra casa: entre el 25 y el 30% de las necesidades de calefacción de una casa (porcentajes altísimos) se deben a un mal aislamiento y a la consecuente pérdida del calor por ventanas o paredes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si invertimos tiempo y dinero en este aspecto y estaremos reduciendo el consumo final, nosotros podemos ayudarte a que tu vivienda sea más eficiente energéticamente y conseguir un ahorro significativo siendo respetuosos con el medio ambiente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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¿Cuánto gastas en electricidad?

¿Cuánto gastas en electricidad?

¿Cuánto gastas en electricidad?

Según la OCU, nuestra factura de la luz se destina principalmente a la calefacción, en segundo lugar a los electrodomésticos, responsables de más del 50% del consumo de energía eléctrica en el hogar. Ser consciente del gasto de cada uno de ellos nos ayudará a tomar medidas eficientes para ahorrar en nuestros recibos.

Pero, ¿qué hacer para ahorrar en el uso de los electrodomésticos? Lo primero es saber cuánto consume cada uno de ellos y hacer un uso responsable y adecuado.

Es evidente que no todos los electrodomésticos consumen igual, que no es igual un lavavajillas que una televisión, pero tampoco son iguales todas las lavadoras por ejemplo. Todos sabemos que el consumo de los electrodomésticos varía en función del modelo y la marca.

Sin embargo, para saber cómo y cuánto consumen tenemos a nuestra disposición la etiqueta de eficiencia energética. La información que aparece en ella es esencial a la hora de comprar un nuevo electrodoméstico o para saber cuánto consume el nuestro.

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Si hablamos en kilovatios-hora, la Organización de Consumidores y Usuario (OCU), detalla que los electrodomésticos que más consumen son: el frigorífico con 662 kWh, el congelador con 563 kWh, la televisión con 263 kWh, la lavadora con 255 kWh, la secadora con 255 kWh y el lavavajillas con 246 kWh.

Estaréis pensando: «Muy bien, y ¿qué significan esos consumos en mi factura de electricidad?»

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  • Nevera

La nevera es uno de esos electrodomésticos que más consumen en un hogar, porque está conectada siempre, en constante uso, por muy eficiente energéticamente que sea.

Puede suponer entre el 10-30% de la energía de un hogar. De modo que es importante contar con una eficiente e intentar reducir el consumo permanente. 

Fíjate bien en la etiqueta de eficiencia energética cuando vayas a cambiar tu nevera.  Aunque el precio inicial es superior, la inversión se rentabiliza en poco tiempo al compensarse con el ahorro de luz a lo largo de la vida útil del aparato. Por ejemplo: un frigorífico clase A+++ puede consumir un 80% menos de energía que uno de clase D (aproximadamente). Esto supone, a lo largo de la vida útil del aparato, evitar la emisión a la atmósfera de en torno a una tonelada de CO2 y un ahorro de casi 1000 euros (se calcula que la vida útil de la nevera será de mas de 15 años con a diferencia de consumos de unos 50€).

  • Lavadora

En el caso de la lavadora hay que tener en cuenta varias cosas: las veces que la uses a la semana, la eficiencia, la duración de los ciclos y la temperatura del agua.

Se estima que cada vez que ponemos la lavadora (siempre la más eficiente) con agua fría consumimos unos 143 Wh, con el agua a 30º consumimos 365 Wh, con el agua a 40º consumimos 579Wh y a 50º consumimos 652 Wh. Es decir que lavando con agua fría ahorramos casi el 80% de energía comparado con poner un ciclo de agua caliente.

Para saber cuánto consume tu lavadora puedes consultar la etiqueta de eficiencia energética, el manual del fabricante o calcularlo tu mismo con un medidor de consumo, aunque de forma general, el consumo de una lavadora supone un 11,8% de la energía del hogar.

  • Secadora

Aunque no todos los hogares españoles disponen de una secadora, tiene un consumo bastante alto, unos 270Wh, prácticamente el doble de lo que consume la lavadora con agua fría. En este sentido, siempre que sea posible se recomienda usar la energía solar y el viento (el método tradicional de tender la ropa al aire) para evitar este consumo, que puede llegar a suponer el 1%.

  • Vitrocerámica

Como con la lavadora, es difícil determinar cuánto consume una vitrocerámica, porque siempre va a depender de su uso: ¿sueles encender todos los fuegos? ¿cocinas mucho o poco? y cuando la enciendes, ¿cocinas durante horas?…

La ficha técnica de tu vitro debe indicarte cuánto consume cada fuego o el rango de los mismos si tiene diferentes potencias.

Eso sí, sí que sabemos que la vitro convencional consume mucho más, un 45% más, que la de inducción. Además ésta es mucho más segura y más fácil de limpiar.

De forma general, una vitrocerámica supone el 7% del consumo energético en electricidad de la vivienda. Puedes aprovechar el calor residual de la vitro: apágala cinco minutos antes de finalizar la cocción y ahorrarás energía.

  • Horno eléctrico

Se calcula que el horno supone un 8,3% del gasto energético en electricidad del hogar, pero también depende de cuanto se use. 

Para optimizar el uso del horno es mantenerlo limpio de grasas, no abrirlo durante la cocción y apagarlo 5-10 minutos antes para aprovechar el calor residual. 

  • Lavavajillas

Se estima que consume un 6,1% de electricidad. Utilizar programas cortos o eco y a menor temperatura pueden suponer un ahorro de energía, así como cargarlo al máximo.

En este sentido, existen una serie de mitos sobre los lavavajillas que suponen un gasto extra de dinero y recursos. Solemos prelavar a mano los platos para “quitar la suciedad principal” sin ser conscientes de que ya existe esta opción en el lavavajillas y que es más eficiente. También hay que tener en cuenta que los programas cortos ahorran tiempo a costa de un mayor gasto de energía al aumentar la temperatura y la presión del agua.

Si además de escoger un programa adecuado para ahorrar en consumo, usas un jabón ecológico que suele ser mas económico (se debe al menor gasto de transporte y distribución por el embalaje y a que no tienen gastos de publicidad), te beneficias de que contienen una cantidad de detergente menor, que limitan los ingredientes peligrosos para el medio ambiente, por lo que no requieren temperaturas altas de lavado. Además, reducen al mínimo la producción de residuos disminuyendo la cantidad de envases primarios (muchos se venden a granel)

  • Microondas

Es el electrodoméstico a la cabeza de la eficiencia energética. Consume muy poco y se puede utilizar para cocinar y ahorrar a la vez en la factura de la luz. Hay muchas recetas que puedes hacer usando el microondas en lugar de usar la vitro o el horno.

La tecnología del microondas permite calentar directamente la comida sin utilizar o recalentar antes una superficie (como sucede cuando usas una cazuela), por lo que se aprovecha mucho más la energía. Por ejemplo, para calentar un litro de agua de 15º hasta 90º nos hacen falta solo 0,10 kWh. 

Gráfico que representa en tanto por ciento las proporciones del consumo energético en los hogares españoles.

¿Y en iluminación?

Como con muchos electrodomésticos, el consumo en euros siempre será proporcional a las horas de uso que des a tu iluminación y al precio que pagues por la luz, asi que establecer lo que esto supone en tu factura es difícil.

Desde luego la iluminación LED es la más eficiente, tanto que supone un ahorro del 88% con respecto a las bombillas incandescentes.

Las bombillas de bajo consumo siguen siendo una buena opción, que consiguen un ahorro del 80% con respecto a las incandescentes, pero ninguna de éstas son fáciles de encontrar y en parte es por éste motivo.

El consumo fantasma o standby

En el peor de los casos, y sin tener nada de cuidado, éste consumo puede representar en torno al 12% del total de la vivienda y es una lástima pagar por una energía a la que no le sacas ningún provecho, ¿no crees?

El televisor es otro de los aparatos que más consumen en nuestro hogar con más de un 12% de la energía. Y uno de los grandes culpables de este consumo es el Stand by. Este ‘consumo fantasma’ -sólo en la televisión- gasta tanta electricidad como un ordenador a pleno rendimiento.

Mira todo lo que consumen todos tus aparatos cuando los dejas con la lucecita roja encendida. Con un poco de cuidado conseguirás ahorrar un buen pellizco. Es tan fácil como apagar por completo todos aquellos aparatos que ya no vayas a utilizar. Con las regletas conseguirás eliminar el consumo fantasma con un solo clic.

Pincha aquí si quieres saber cuánto consume cada electrodoméstico del hogar y el consumo fantasma que puede tener.

En cualquier caso se puede ajustar la potencia eléctrica contratada a nuestro consumo y a los electrodomésticos que tenemos en casa para ayudarnos a ahorrar en la factura.

¿Sabes que puedes controlar el consumo eléctrico de tu casa? ¿y que puedes dejar de depender de compañías eléctricas? Nosotros te ayudamos, y empieza a ahorrar en tu factura.

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