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Arranca la Semana de la Arquitectura 2018

Arranca la Semana de la Arquitectura 2018

Arranca la Semana de la Arquitectura 2018

El Colegio de Arquitectos de Madrid y la Fundación Arquitectura COAM, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, celebran la Semana de la Arquitectura en Madrid desde el año 2003. Suele organizarse la última semana de septiembre o la primera de octubre, este año se organiza desde el 28 de Septiembre hasta el 7 de Octubre de 2018.

La Semana de la Arquitectura pretende situar el mundo arquitectónico, tanto a nivel global como en torno a Madrid, y por ello, se desarrolla una línea de colaboración a nivel internacional cuyo objetivo es invitar cada año a una ciudad generando contenidos específicos entre Madrid y la ciudad escogida. En años anteriores hemos visto colaboraciones con Nueva York, París o Berlín.

En esta XV Edición, Milán es la ciudad invitada donde se abordan temas de arquitectura como los nuevos desarrollos urbanísticos (Milán lleva años haciendo intervenciones urbanísticas innovadoras) con experiencias parecidas en ambas ciudades, la sostenibilidad de los retos 2020, pacto de Milán 2030 y los nuevos espacios de producción.

Todos los años, se colabora con varias instituciones, y se suelen hacer eventos de didáctica de la arquitectura como actos y conferencias centradas en la profesión de los arquitectos y los desafíos de las grandes ciudades o el diseño. 

Se organizan visitas e itinerarios a más de 50 edificios de reconocido valor arquitectónico e histórico, actividades infantiles y familiares, mercados de diseño  (Pop Arq Store), se proyectan películas específicas, etc…

Este año, ademas, coincide con el centenario del nacimiento de Sáenz de Oiza, con la exposición «Sáenz de Oiza 1918-2018″, un homenaje a la extensa producción de uno de los Maestros Modernos y de la modernidad española, donde se incluye material inédito y original.

¿Para qué sirve un arquitecto? (2)

¿Para qué sirve un arquitecto? (2)

¿Para qué sirve un arquitecto? (2)

Muchas veces, nos encontramos con clientes que, por malas experiencias anteriores, se encuentran con miedo e incertidumbre a la hora de afrontar una obra (del tipo que sea) y ésto les genera ansiedad.

Si te ayuda, para que te inspire más confianza para afrontar una obra y decidirte por la contratación de un técnico (arquitecto o aparejador), dejo cuatro pautas esenciales que debes tener en cuenta cuando  realicen y dirijan el proyecto que contrates.

Lo que es esperable de un buen equipo técnico:

1. Asesoramiento experimentado, acerca de todos los pasos a seguir, qué opciones existen, y los costes estimados. Aconsejan sobre precios, tiempos, trámites, materiales, etc.

2. Un diseño adaptado a tus necesidades y en consonancia con la normativa (de obligado cumplimiento), en el que debes valorar esas pequeñas-grandes ideas que mejorarán tu vivienda, o crearán tu futura casa. Un buen diseño hace que una vivienda funcione mejor en todos los sentidos: ahorro energético, durabilidad de los materiales, comodidad, etc.

3. Un proyecto que respalda ese diseño y que defina exactamente lo que queremos para que las constructoras puedan dar un presupuesto en igualdad de condiciones. En el proyecto está todo lo necesario para la construcción, y nadie puede decirnos lo contrario, por eso es de gran ayuda para cuantificar los gastos imprevistos y aumentos de presupuesto injustificados.

4. Control sobre la obra, la calidad de los materiales y las partidas ejecutadas para pagar sólo por lo realmente construido (ejecutado) con respecto a proyecto y estos técnicos están para cuantificarlo.

Esto es lo mínimo que te ofrecerá cualquier equipo de técnicos competentes y conviene dejarlo muy claro con ellos antes de firmar cualquier contrato, ya que como en todas las profesiones puedes encontrar al inconsciente de turno, normalmente muy amigo del cliente tipo 1 (entre los dos perderán dinero y tan contentos). 

Este post es continuación del siguiente: https://carmengonzalezarquitectura.com/2018/09/10/para-que-sirve-un-arquitecto-1/ 

 

Los siguientes casos pueden ser sospechosos:

1. Arquitectos extremadamente baratos, En españa hay un dicho «Nadie da duros a pesetas» similar al concepto anglosajón de la frase “If you pay peanuts you get monkeys” (si pagas cacahuetes obtienes monos).

2. Arquitectos que vienen de la mano de una constructora, es decir, son juez y parte. Cuanto más gane la constructora mejor, entonces, piensa cuánto interés tiene en controlar el gasto.

3. Arquitectos recomendados en general por alguien que pueda terminar teniendo comisión. No te recomiendan un buen arquitecto, te recomiendan un buen negocio para ellos.

En este punto puedo asegurarte que un equipo técnico competente puede ahorrarte dinero en la construcción ya que ellos no cobran un porcentaje del precio final de la obra sino unos honorarios previamente acordados (*). Y por supuesto, el concepto contrario: una obra sin técnicos (arquitecto o aparejador) tiene muchas opciones de terminar siendo más cara además de mucho menos fiable a la larga.

*Nota: muchos técnicos cobran por horas pero otros dan un presupuesto cerrado que se suele calcular en porcentaje según el precio inicial estimado de la obra (Presupuesto de Ejecución Material).

¿Para qué sirve un arquitecto? (1)

¿Para qué sirve un arquitecto? (1)

Casa de la cascada, Frank Lloyd Wright

La arquitectura es una de las profesiones más antiguas de la humanidad. Tradicionalmente, considerada como una de las siete bellas artes, su fin último ha sido la creación de espacioos destinados al habitat humano, facilitando el desarrollo de las actividades cotidianas y la vida humana.

Panteón de Agripa, Roma.

Durante años ha habido cientos de definiciones sobre la profesión del arquitecto. Desde las definiciones más clásicas dónde se establece una relación directa entre arte-arquitectura y las más modernas dónde se le da más valor a la utilidad, entre otras cosas, porque los estilos de vida han cambiado.

Pero para la gente la definición de arquitecto es mas simple. La gente reconoce dos tipos: aquellos arquitectos famosos que hacen obras megalómanas y raras que pocos entienden; y los arquitectos menos conocidos, que sólo sirven como mero trámite para no tener problemas con el ayuntamiento o alguna administración de turno.

Arquitectura es dar una respuesta apropiada y una interpretación artística adecuada a los problemas que se nos presentan en cada proyecto en particular. Requiere del equilibrio esencial que debe existir entre el arte y el bien común, entre la arquitectura y los principios morales y filosóficos que deben mover y conmover al hombre.

Conferencia de César Pelli en Cornell University en 1979

Sin embargo me encuentro con tres tipos de clientes:

  • el que se presenta, obligado por la administración, pidiendo unos «planitos, dibujitos o calculitos» (como si usando el diminutivo fuera menos importante y pudiera negociar los honorarios) que del resto «ya se encarga él». El que siempre cree que nuestros honorarios son caros, pero cuando va a un fisio, al dentista o al taller mecánico, paga el precio sin negociar y sin rechistar,
  • el que contrata al arquitecto porque entiende que somos profesionales de la construcción y damos unas garantias de seguridad, tanto en la habitabilidad o el diseño como durante el proceso de la obra, 
  • y el que quiere un proyecto integral «sin jaleos ni historias» y pretende que sea digno de publicar en alguna revista de arquitectura o diseño.

Aunque el segundo y el último serian el cliente ideal, es más habitual el primero. Pero invertir en un arquitecto no tiene por qué ser caro y es tan útil como invertir en un fontanero o un médico, no sólo por cuestiones de seguridad legal o técnica (que no nos multen o no se nos caiga la casa) si no para no tener «sorpresas» desagradables durante la obra («me dejan tirado los albañiles» o «vaya chapuza con la pasta que ha costado»).

Pocos piensan que el arquitecto presta un servicio claro y tiene unos conocimientos específicos tan útiles a la sociedad como los de los fisio o los médico y que, por lo tanto, pagar por sus servicios no es pagar una tasa sino un servicio prestado que sólo ese profesional puede ofrecernos, es decir, un arquitecto no es un gasto, una inversión. Todos conocemos a los que llamaron directamente a un albañil, un fontanero o un carpintero para ampliar, reformar o reparar su vivienda y como le resultó “el ahorro” del Arquitecto. Lo barato sale caro.

«Si crees que es caro contratar a un profesional para que haga el trabajo, espera a contratar a un aficionado” 

Paul Neal “Red” Adair. 

Cuando el rosa se convierte en obsesión

Cuando el rosa se convierte en obsesión

Cuando el rosa se convierte en obsesión

El color rosa, un color que nace de la combinación entre blanco y rojo, que son colores opuestos y psicológicamente contrarios, y por tanto, como color intermedio, adquiere cualidades de ambos, aunque también goza de un carácter propio. Es un color relajante que influye en los sentimientos invitándolos a ser amables, suaves y profundos, e induciéndonos de esta forma a sentir cariño, amor y protección. es decir, todos los sentimientos asociados a este color son siempre positivos.

La psicología del color en la decoración siempre ha estado muy relacionada, por eso mismo el rosa, en todas su variedades (rosita, fucsia, o rosáceo) se ha utilizado hasta la saciedad en la decoracion, sobre todo en habitaciones infantiles.

Kitten Kay Sera en la cocina de su casa rosa. Fotografía de Oleg Bogdan. 

Pero, como siempre ocurre, existen excesos, como el de Kitten Kay Sera, esta mujer sólo viste y decora su hogar -y hasta su mascota- de rosa (sospechamos que come comida rosa y su pareja también es rosa). Desde hace más de veinte años se dedica al mundo de la interpretación, de la moda y de la música (ella reconoce que su excentricidad le da mucha publicidad), además es una activista reconocidísima de los derechos de la mujer.

Y seguro que muchos conocemos a alguien así, donde el rosa inspira su vida, su decoración y su vestimenta. Que nos parece perfecto, pero hay que reconocer que por mucha tranquilidad que transmita el color rosa, esto es cargante.

En el año 2016, Pantone decidió que era el color del año y recuperó un color que estaba relegado a la decoración romántica y a las habitaciones infantiles más cursis.

Rosa Cuarzo Pantone, tendencia 2016,  o lo que es lo mismo, número 13 -1520.

Pantone es una empresa que se le considera como la autoridad global del color, y desde que empezara a designar sus «colores Pantone del año», lo cierto es que éstos se han asumido sin apenas oposición y pronto se ve en pasarelas de todo el mundo, creando tendencia en todo: decoración, moda, diseño o estilo.

Los directivos de Pantone eligen los colores tendencia teniendo en cuenta un gran número de parámetros como el social o el económico, y también en función de las tendencias artísticas como el diseño, la música o el cine. Participan en ésta decisión muchos expertos y siempre triunfan en las elecciones del color.

Aunque muchos os sintáis tentados en hacer decoraciones monocromáticas como la casa de «la mujer rosa de Hollywood», quizás empezar con toques de color resulte mas sereno y tranquilo, que es lo que se busca con el color rosa.

Os dejamos algunos ejemplos interesantes:

Fuente: Pinterest