Recientemente se ha hablado mucho sobre el futuro de los combustibles fósiles, la transición a las tecnologías renovables y la necesidad de crear una economía con cero emisiones de carbono. Un aspecto de este viaje a un mundo sostenible, que tal vez no haya recibido tanta atención, es el desarrollo y uso de las redes de calor.
¿En qué consiste este sistema?
Las redes de calor, también conocidas Calefacción Urbana, o “District Heating” en inglés, son un medio para calentar o refrigerar varios edificios a la vez, desde una gran fuente centralizada. Esto facilita que, en lugar de tener una caldera de gas o un sistema de calefacción en un piso, se calefacta varios bloques de viviendas (o incluso una ciudad entera) y se calentaría con un sistema grande, que bombea calor en forma de agua caliente o vapor, a través de una red de tuberías.
No es muy conocida por muchos de nosotros, pero todos hemos visto las típicas películas ambientadas en Nueva York, donde en invierno vemos salir una niebla de algunas alcantarillas o salidas de túneles debajo de las calles. Eso es una calefacción urbana, un sistema de suministro de agua caliente sanitaria y calefacción, en la cual el calor o energía térmica es producido en una central (una gran fabrica de calor) y se distribuye por una red de tuberías, del mismo modo en que se hace con el resto de servicios urbanos que utilizamos en nuestras viviendas, es decir, como las canalizaciones del gas, el agua, la electricidad o las telecomunicaciones.
Lo que distingue esta red de las calefacciones centrales de muchos edificios es que sirve a un grupo de edificios que puede ser más o menos grande y sus conducciones discurren bajo el pavimento de las calles o de las zonas comunes del barrio. La extensión de la red puede ser pequeña, para un grupo de casas, mediana o grande, abarcando toda una población, áreas metropolitanas completas, e incluso explotaciones ganaderas grandes.
La calefacción urbana ha demostrado ser un medio eficiente y económico para calentar (o refrigerar) varios edificios porque puede capturar y recircular el calor, que de otro modo se perdería. El exceso de calor de las casas, negocios y fábricas puede ser canalizado nuevamente a la red de calor, reduciendo el desperdicio, el consumo de combustible, las emisiones de carbono y reduciendo las facturas para todos.
Los medios para producir calor son en su mayoría producto de tecnologías ecológicas, y van desde los sistemas de biomasa (madera, pellets, hueso de aceituna y otras materias orgánicas), hasta las bombas de calor geotérmicas (calor provenientes del subsuelo) y de agua.
Ejemplo de funcionamiento de una red de calefacción urbana.
Ventajas de la calefacción urbana
Para la empresa:
- Se reduce el coste de ejecución de la obra civil.
- Se reduce el coste de ejecución de las instalaciones.
- Se disminuye el tiempo de instalación y montaje.
- Se posibilita al inversor a convertirse en productor eléctrico y/o proveedor de servicios energéticos.
- Permite disponer de más superficie útil en venta, ya que la sala de calderas no está en el edificio.
- Ayuda Pública con las acciones divulgativas, mejorando el impacto promocional y mejora la Imagen Corporativa.
- Acceder a subvenciones de las Administraciones Públicas cuando se promueven programas de Eficiencia Energética y/o Energías Renovables.
- Se contribuye a la Responsabilidad Social.
Para el usuario:
- Se reducen los ruidos de las instalaciones en los edificios.
- Se reduce el coste de explotación y mantenimiento de la instalación.
- Los consumidores pueden acceder a mejores tarifas de combustible.
- Evitan los problemas asociados al bajo rendimiento en las calderas antiguas.
- No se tiene que manipular ni almacenar combustible en el edificio.
- Se reducen o se anulan las revisiones periódicas a las instalaciones térmicas.
Para el medio ambiente:
- Posibilita el uso de biomasa.
- Mejora la eficiencia energética de la instalación.
- Reduce las emisiones de CO2 y Gases de Efecto Invernadero.
- Se posibilita además la cogeneración.
- Mejora de la eficiencia energética global.
Fuente: Base de datos DHC de la Universidad de Halmstad. Ciudades Europeas de más de 5000 habitantes con sistemas de Calefacción Urbana o colectivo.
En este mapa se pueden observar las ciudades europeas de más de 5.000 habitantes que en el año 2011 tenían algún sistema de calefacción o enfriamiento urbano o colectivo. En muchos casos, no afectan a una ciudad entera, o a un barrio, sino a instalaciones más concretas y localizadas de una empresa o una institución, pero se consideran como sistemas de calefacción urbana porque afectan a diferentes edificios y tienen la estructura constructiva concreta típica de estos sistemas (central, red de distribución y subestaciones de transmisión térmica)
No es ningún concepto futurista sino todo lo contrario, es una tecnología madura con mas de 100 años de antigüedad. La primera instalación de Calefacción Urbana, propiamente dicha, se ejecuta en el año 1877, cuando se instaló el primer sistema comercial de calefacción urbana en Lockport, EEUU. Además, muchas ciudades europeas la disfrutan desde hace años y Rusia no conoce otra manera de calefacción,
También en España, en diferentes provincias (Madrid, Oviedo, Soria, Mataró, Jaén, Lérida, Zaragoza, Valladolid, Navarra, Vizcaya y Barcelona) encontramos algunos ejemplos.
Pero si es tan eficaz, económica y sostenible ¿por qué no hay más?
Desventajas de la calefacción urbana
- Son realmente viables en zonas de nueva construcción que hayan sido concebidas para disfrutar de este tipo de climatización. Son necesarias una serie de condiciones administrativas, económicas y medioambientales que hay que cumplir.
- Para su instalación en zonas urbanas ya construidas, es necesaria la cooperación y aceptación de todos los propietarios para su instalación.
- Si la distancia entre la central térmica y los usuarios es larga, se producen grandes pérdidas de calor durante el camino.
¿Por qué no hay más ciudades con calefacción urbana?
Una vez tenemos analizados los pros y los contras de este sistema de calefacción urbana, nos damos cuenta de la importancia de una conciencia y trabajo en común por parte de la sociedad, las administraciones públicas, empresas privadas y consumidores que es muy difícil de conseguir. Pero sin lugar a dudas es una gran alternativa para núcleos urbanos, edificios de oficinas, campus universitarios y distritos con construcción social.
Mientras conseguimos que se implante en nuestras ciudades, seguiremos con nuestra calefacción individual sostenible y económica.
Si necesitas resolver cualquier asunto relacionado con este tema, o si todo esto no te parece suficiente, desde Carmen González Arquitectura y Diseño podemos ayudarte a que tu vivienda sea más eficiente energéticamente y conseguir un ahorro significativo siendo respetuosos con el medio ambiente.
Imágenes: Pinterest